lunes, 1 de octubre de 2012

La aprobación de la Ordenanza Reguladora de ocupación de vía pública por terrazas una ocasión perdida



El jueves 27 de septiembre el Ayuntamiento aprobó la Ordenanza Reguladora de Terrazas y su Ordenanza fiscal.  Ha sido una oportunidad perdida para regular con sentido común y mesura. Espero que su aprobación no provoque más  conflictos de los que ya hay.

Aspirábamos a ser Ciudad Atarfe, y resulta que este ayuntamiento ni siquiera tenía ordenanzas reguladoras.  Después de  años sin control  la  necesidad de hacer caja ha hecho que se hayan aprobado 14 o 15 ordenanzas de golpe y  todas  se aprueban para poder aprobar  nuevos  precios públicos en sus ordenanzas fiscales.

La regulación de la ocupación de la vía pública por las terrazas era una necesidad ineludible, pues en determinados puntos calientes de Atarfe, el ruido, el desmesurado  aumento  de mesas, el incumplimiento de los horarios está acarreando una auténtica tragedia para muchas familias afectadas. Asimismo se ocasiona una competencia desleal para otros  establecimientos y se potencia la imitación de malas prácticas: … si ese lo hace porque yo no y algunas ocupaciones de la vía pública están creando  problemas de accesibilidad y movilidad, pues hasta se cortan calles y se impide el paso por las aceras con algunas terrazas.

La Ordenanza debía dar respuesta a  los problemas que sufre la gente. El equipo de gobierno y sus socios deberían estar atentos a lo que los ciudadanos dicen. Sin embargo, el grueso de las alegaciones realizadas por un grupo de vecinos afectados por los abusos y por los Concejales miembros de Democracia en Acción, han ido a parar al cubo de la basura y nos recuerdan que las  sugerencias de los ciudadanos no vinculan a la Administración. Que se dé voz a los ciudadanos y que se arbitren vías de participación es una decisión política que muchos ayuntamientos tienen regulada.

Hasta ahora las normas no existían porque así tenían las manos libres para actuar con arbitrariedad; está claro que  pretenden seguir actuando con la misma discrecionalidad de siempre: la Ordenanza aprobada es una copia literal de la ordenanza de Albolote de 1996, aunque, sorpresivamente, todos los párrafos limitativos, por ejemplo los de espacio máximo de ocupación, longitud máxima…,  están borrados. Dependerá de lo que en cada momento decidan los que mandan. Además, al final de todo el articulado añaden una disposición transitoria que dice: El ayuntamiento se reserva el derecho a desarrollar en cada momento, mediante Decreto de Alcaldía o acuerdo del órgano competente, previo estudio individualizado, las condiciones específicas en que conceda las autorizaciones. Con esta Disposición,  abren  la puerta a que el ayuntamiento actúe con total discrecionalidad, sin que existan criterios objetivos que le obliguen también a él.  En un Estado Democrático las normas deben obligar a todos, también al que legisla y vela porque  éstas se cumplan.

Las alegaciones que presentamos, pretendían:

1) Eliminar cualquier discrecionalidad por parte del  gobierno municipal. Normas claras e iguales para todos.

2) Reducir los horarios,  y propiciar la estacionalidad en la temporada veraniega. Propusimos las 12 y 12,30 de la noche como hora límite. Nos parece abusivo la 1,30 de la noche para días festivos,  además puede salir rentable saltarse el horario como ahora, ya que las multas  por faltas se han calculado con  precios muy bajos. 

3) Poner coto a la contaminación acústica,  pues la Ordenanza  no concreta al respecto. Por no haber, no hay ni aparatos de medición de ruidos ni se piensa dotar de ellos a la policía municipal. No por casualidad.

4) Poner límites claros a la ocupación,  como tienen las ordenanzas de los pueblos vecinos y de la capital: en Albolote son 30 m2 de ocupación máxima y 15 m2 de longitud máxima; en Granada el máximo de ocupación en plazas es de una doceava parte de las mismas y, en ningún caso,  la terraza podrá ocupar más de 1,5 de la superficie del local de referencia.  En Atarfe, en cambio, no se fijan límites, lo que significará un empeoramiento de la situación actual, ya que la ocupación de una terraza puede ser la que quiera el propietario.  

Se fija un precio por m2/día de  0,11 €, es decir, una mesa con sus sillas costará al día 0,44€ en temporada de verano y 0,22 € en temporada de invierno pues a los establecimientos que mantengan durante todo el año la terraza se les bonificará en la temporada de invierno con un descuento del 50%.  El mundo al revés. Esto quiere decir, que un pequeñísimo establecimiento, pagando un mínimo alquiler de vía pública, puede competir con quien ha hecho una gran  inversión en local.  El alcalde se jactaba de que los precios de ocupación son los más  bajos de Granada.

5) Especificar el papel que debe jugar la policía local para hacer cumplir la Norma aprobada.  Rechazaron la alegación y nos echaron en cara que queríamos darle lecciones a la policía que conocían perfectamente su cometido. Esa alegación  la copiamos, textualmente, de  otras ordenanzas que la contemplan porque sabemos lo que ocurre ahora: las denuncias que efectúa la policía se paralizan cuando llegan a instancias políticas, por lo que no pueden actuar con autoridad en el momento que se está cometiendo la infracción, cerrando por ejemplo una terraza que está abierta sin licencia, con sillas de más, con televisiones y música en el exterior, o cerrando por la noche a la hora que les parece, algo bastante normal. 

Menos los concejales miembros de Democracia en Acción, la ordenanza reguladora fue aprobada por el PSOE, PP e IU. Para nosotros,  no servirá para mejorar la situación. Y no  vamos a cejar en el empeño de  que se respete el descanso  y los intereses colectivos.

Rosa Félix

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