
P. Atarfe
es una empresa mercantil creada por el Ayuntamiento de Atarfe,
propietario del 100% de su capital. Tiene una plantilla de más de 30
trabajadores. La razón de ser por la que fue creada en 1997 se
explica en la Memoria anexa de sus Estatutos: “para
que la gestión (municipal)
no estuviera sometida a todas las
normas que regulan la Administración Local”.
Toda una
declaración de principios que ya vaticinaba lo que ha sido la
trayectoria de la empresa en sus dieciséis años de vida, pues
Proyecto Atarfe no ha estado sujeta a ningún tipo de normas, ni
siquiera a las que rigen las Sociedades Mercantiles de capital
privado. Sus presupuestos, cuentas y actividades han sido gestionadas
y controladas casi en exclusiva por los sucesivos equipos de gobierno
y su personal técnico de confianza. El oscurantismo, los obstáculos
a la hora de examinar las cuentas y papeles de la Sociedad, ha sido
la dinámica habitual. En mi calidad de consejera requerí
notarialmente información sobre las cuentas de la sociedad y fui
destituida, al igual que Paco Quesada por solidarizarse conmigo. Esto
fue posible por el acuerdo entre PSOE/IU. Hoy, ambos partidos son
corresponsables de la peor versión de todas las políticas
municipales posibles y del imparable descrédito a que se ve sometida
que parece no tener fin.
El
funcionamiento de Proyecto Atarfe ha sido extremadamente irregular. A
lo largo de varios años, la Junta General, compuesta por el Pleno
del ayuntamiento, no se ha reunido. Tampoco han sido presentadas las
Cuentas Generales al propio Consejo de Administración que delegó
sus funciones, obligaciones y deberes en los dos consejeros delegados
que ha tenido la empresa. Estos dos Consejeros delegados gozaban de
enormes competencias no contempladas en los Estatutos de la misma. En
Mayo de 2012 se aprobaron las cuentas de 2006, quedando todavía por
presentar y auditar las de 2007-2008-2009-2010, 2011 y 2012.
Curiosamente,
los altos directivos de la empresa forman parte de la plantilla del
Ayuntamiento y no tienen ninguna relación contractual con la
empresa. De este modo, intentan salvaguardar su futuro laboral ante
futuras contingencias. La última jugada ha sido asegurar el puesto,
a través de una contratación irregular en el ayuntamiento, a dos
trabajadores de P. Atarfe cercanos al equipo de gobierno, mientras
los demás trabajadores de la sociedad viven con la incertidumbre
de no saber qué va a suceder con sus puestos de trabajo.
La
opacidad y el oscurantismo son de una excepcional gravedad, pues,
pese a recibir incesantemente enormes aportaciones de dinero público
para pagar a sus trabajadores y, sobre todo, para gestionar las obras
de infraestructuras, de urbanización o los espectáculos, ha
escapado siempre de la fiscalización de la Intervención municipal.
Proyecto Atarfe no solo ha recibido dinero del Ayuntamiento, también
recibía la cesión gratuita de todas las parcelas de suelo público,
las registraba a su nombre y las ha ido vendiendo, beneficiándose de
esas ventas. Además, ha hipotecado propiedades y ha pedido préstamos
por ellas. Por eso, ahora, se ha llegado a un punto en que no hay
ni dinero ni suelo. Y si no hay dinero porque el ayuntamiento no
tiene para transferírselo, y se lo ha gastado no se sabe cómo ni en
qué, ni suelo porque lo ha vendido, aunque sí se sabe cuánto, por
cuanto y a quienes (los mismos de siempre), la sociedad Proyecto
Atarfe se ha convertido en un instrumento inútil. Ya no tiene razón
de ser.
También,
los promotores y los propietarios privados le han pagado obras de
urbanización. Ha subscrito, además, Convenios Urbanísticos junto
al Ayuntamiento, recibiendo enormes sumas de dinero de los
promotores. Desconocemos el montante global del dinero recibido de
los promotores, pero indirectamente a través de las cuentas del
Ayuntamiento se pueden obtener algunos datos relevantes:
Hace
exactamente un año, a raíz del Plan de Ajuste impuesto por el
gobierno, conocimos lo que el Ayuntamiento y Proyecto Atarfe debían
a sus proveedores. El Ayuntamiento se hizo cargo de las deudas de la
empresa y pidió un préstamo a 10 años. El préstamo pedido
ascendió a 15.771.391
euros. De él asumió 6.944.929,28 € de deuda que provenía de
Proyecto Atarfe. Pero esos 7 millones no era la única deuda que
tenía P. Atarfe. En 2006 y 2008 había recibido 10.550.000
€ en dos préstamos
del Banco de Santander
y le quedan por pagar en torno a 7 millones de Euros. Total, la
empresa después de 16 años y de haber recibido raudales de dinero
público y privado solo tiene deudas.
Hablamos
de raudales de dinero público sin control porque sumando todas las
cantidades que se consignan pagadas por el Ayuntamiento a Proyecto
Atarfe en las Resoluciones de Alcaldía de los últimos 8 años, los
resultados son espectaculares:
-
Pagos del Ayuntamiento a Proyecto Atarfe
Según resoluciones de AlcaldíaAño 20051.571.803,53Año 200614.301.556,26año 200712.193.281,24año 20085.229.484,77año 20092.736.887,51año 20102.564.224,39año 20113.071.124,46año 20121.896.953,09Total43.565.315,25 euros
Además,
parece ser que no les daba ni para pagar a Hacienda, pues la
Inspección de Hacienda le ha impuesto multas por no pagar el IVA y
el Impuesto de Sociedades; en concreto, el año pasado en relación a
la Revisión de las cuentas del año 2006 le impuso una multa de
800.000 €.
Ahora,
después de años de descontrol en el gasto quieren liquidar la
empresa. Pretenderán que los trabajadores, la oposición y los
ciudadanos nos quedemos inermes viendo como la cierran sin dar
cuentas de cómo y en qué se han gastado esas sumas ingentes de
dinero. Ya están actuando así con la Gasolinera, que quieren
liquidarla para volver a cederla a propietarios privados (95% capital
privado y 5% público) sin haber presentado las cuentas.
Lo que el
equipo municipal pretende (con apoyo de IU y una parte del PP) es
escapar de sus responsabilidades y pasar página. Sin embargo, a
pesar de todos los subterfugios, deberá explicar por imperativo
legal:
-Las
cuentas reales de ingresos y gastos de todos estos años y su
gestión.
-El
inmovilizado del que dispone actualmente, dado que el capital social
inicial estaba compuesto de varias fincas que en el transcurso de
estos años se han ido vendiendo.
La ley
responsabiliza a los consejeros de las empresas de la gestión que
han realizado en ellas, y deben de responder con su patrimonio de los
errores cometidos. El Consejo de Administración de Proyecto Atarfe
está frente a su hora de la verdad. Si consentimos que se cierre sin
exigir las cuentas, estaremos condenándonos a pagar por años los
platos que rompieron otros y el futuro de Atarfe quedará hipotecado
en años.
No lo
podemos permitir.
Rosa Félix
-Concejala
del Ayuntamiento de Atarfe-
Miembro de
la Asociación Democracia en Acción.
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